Por qué el juego libre es mejor para el aprendizaje

Como padres, estamos presionados para darle a nuestros hijos la mejor educación posible, invirtiendo no solo su tiempo y sino también dinero. Después de todo, queremos asegurarnos de que estén ‘listos para la escuela’, ¿verdad? Puede ser una sorpresa que la mejor oportunidad para el desarrollo del cerebro sea tan simple como permitir que nuestros hijos tomen su propia iniciativa …

¿Qué es el juego libre?

El juego libre ocurre cuando el juego es dirigido por el niño. El juego libre ocurre al ritmo del niño, y no por otra razón que la de que el niño quiera jugar. En lugar de proporcionar actividades estructuradas con reglas, el juego libre implica sentarse y permitir que el niño elija con qué desea jugar y cómo quiere jugar con él. Se trata más del proceso que del resultado. Bebés y niños de cualquier edad son capaces de jugar y gratis**.

¿Cómo puede el juego libre mejorar el desarrollo de su hijo?

El juego libre les permite a los niños explorar sus pasiones e intereses. Fomenta la creatividad y facilita el desarrollo de habilidades para la toma de decisiones. Jugar en grupos brinda la oportunidad de desarrollar habilidades de liderazgo y negociación, resolver conflictos y compartir. El juego libre esencialmente brinda la oportunidad para que los niños desarrollen inteligencia emocional.

El juego libre también permite la mayor oportunidad para la «neuroplasticidad», que es la capacidad del cerebro para cambiar y aprender. La neuroplasticidad se potencia cuando el niño está interesado y se centra en lo que está haciendo, por lo que un juego dirigido por un niño ayuda a mejorar la oportunidad de aprendizaje.

¿Por qué muchos niños participan menos en el juego libre?

Hoy en día, muchos niños participan en menos juego libre. Hay varios factores que han llevado a una disminución en el juego libre. Como padres, también estamos expuestos a muchos mensajes de marketing que nos dicen que necesitamos desarrollar activamente las habilidades de nuestros niños a través de actividades estructuradas desde una edad temprana para que tengan éxito académico. Además, los niños pasan más tiempo entreteniéndose pasivamente con pantallas y menos jugando.

En la generación de nuestros abuelos, era más común que uno de los padres se quedara en casa con los niños mientras el otro trabajaba. Actualmente, la mayoría de los padres trabajan, por lo que hay menos tiempo en que los niños juegan libremente en casa los días de semana con la supervisión de un adulto. La mayoría de los niños asisten a programas de cuidado de niños o actividades después de la escuela. Si bien algunos programas están avanzados en su enfoque de aprendizaje, hay muchos programas que ofrecen actividades muy estructuradas para niños pequeños a expensas del juego libre.

¿Cómo puede el juego libre beneficiar su relación con su hijo?

Jugar con su hijo le permite ingresar a su mundo y descubrir sus intereses y pasiones. También lo ayuda a aprender a comunicarse de manera más efectiva con ellos. Participar en el juego libre también le muestra a su hijo que les está prestando toda su atención, lo que ayuda a construir una relación duradera y de confianza. Jugar con su hijo proporciona otra configuración para ofrecer una guía suave.

El juego libre también les da a los padres de niños que aún no hablan la oportunidad de obtener una comprensión más profunda de la perspectiva de su hijo, ya que el niño puede expresar sus emociones de manera más efectiva a través del juego.

Consejos para alentar el juego libre

  • Mire y espere a que su hijo le muestre en qué están interesados
  • Comenta lo que están haciendo para demostrarles que prestas atención
  • Ofrezca ánimo, pero resista la tentación de dar instrucciones o hacerse cargo
  • Varíe la configuración en la que se desarrolla el juego. Juega en diferentes habitaciones de tu casa y ve a diferentes lugares al aire libre.
  • Déle tiempo a su hijo para que juegue solo, así como la hora en que juegan contigo
  • Ofrezca a su hijo diferentes objetos con los que jugar, pero déjelos decidir cómo jugar con ellos. No necesita comprar juguetes caros. Una caja de cartón puede ser una gran idea para un preescolar. ¡Podría convertirse en una casa de cubículos, un castillo, un garaje o cualquier otra cosa que quieran que sea!

** Las actividades de juego que elige un niño diferirán según su edad o etapa de desarrollo. Por ejemplo, un bebé puede jugar sacudiendo un cascabel, mientras que un preescolar es más probable que participe en juegos de fantasía. La obra se considera «libre» o «no estructurada» cuando es dirigida por el niño, independientemente de su edad.

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