Problemas para Dormir y Alimento Nocturno
Los Problemas para Dormir y Alimento Nocturno de su bebe. Aunque tu bebe podría abandonar las rutinas de comer en las noches por su propia cuenta cerca de la edad de 3 meses, no esperes (ni insistas), que un infante tan joven, abandone todo junto de una vez.
Pero si tu hijo/a tiene al menos 3 meses de edad y aún es amamantado o requiere una botella a la hora de ir a dormir, y debe comer de nuevo varias veces durante la noche, entonces podríamos decir que estas comidas extras en el transcurso de la noche, podrían ser la causa de que se despierte. Si este es el caso, podrías ser capaz de ayudarlo a dormir mejor al bajar el número de comidas que le son dados durante este periodo.
Sin embargo, si tu bebe consume una cantidad considerable de comida (amamantadas extendidas o botellas de más de 8 onzas durante la noche) entonces él ha aprendido que ciertas horas de la noche, son horas de comer. El eliminar estas comidas súbitamente no sería bueno ni aconsejable.
La cantidad de leche o jugo que tu hijo beba durante la noche podría ser considerable. Si logra tomarse 4 botellas completas de 8 onzas, entonces esa es una gran cantidad incluso para el consumo de un adulto durante la noche.
Resolviendo el Problema
Si has llegado a la conclusión que comidas excesivas e innecesarias durante la noche están perturbando el sueño de tu hijo/a, te sentirás aliviado al saber que aunque dichas comidas pueden llevar a severas perturbaciones en el sueño, este es uno de los problemas mas sencillos de arreglar.
Dos cosas deben ser tomadas en cuenta. La primera es el reducir o eliminar estas comidas, para evitar los varios efectos perturbadores del sueño que causan. La segunda es enseñarle a tu hijo/a nuevas asociaciones para dormir, para que este pueda quedarse dormido sin estar siendo cargado, sin estar comiendo, y sin chupar pecho o una botella. Puedes hacer estas cosas al mismo tiempo o cada una por separado.
Para resolver los problemas causados por las comidas, empieza por disminuir gradualmente el número de comidas nocturnas, su cantidad o ambas. Solamente no las detengas repentinamente. Un programa diseñado para permitirle desarrollar nuevos patrones será más fácil de seguir para él.
Tu meta es la de gradualmente mover las sensaciones de hambre de tu hijo/a de la noche al día. Una vez que solo quede una comida nocturna, puedes escoger si detenerla inmediatamente (o gradualmente) si prefirieres, ya que la cantidad de comida ingerida durante la noche ahora será relativamente pequeña.
Si estás trabajando en asociaciones para dormir y patrones de hambre simultáneamente, coloca a tu hijo/a en la cama tan pronto como termine de comer, incluso si despierta y empieza a llorar. Si lo estas amamantando y se duerme junto a ti, aléjalo cuando termine de alimentarse para que aprenda a quedarse dormido sin usar tu pecho como chupete. Acabas de alimentarlo, así que no estará hambriento, ahora solo estas cambiando sus expectativas de lo que sucede mientras se queda dormido.
Dentro de una semana, si todo sale bien, habrás terminado de reducir o eliminar las comidas nocturnas. Luego de eso, continua aplicando la técnica de espera progresiva en cualquier despertar durante la noche (excepto por las comidas) hasta que estos despertares se detengan. No debería de tomar más que unos cuantos días.
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