4 formas de crianza positiva que debes tomar hoy para prevenir el comportamiento «malo»

Imagine todos los problemas en el mundo que podrían mejorar si el enfoque cambiara hacia la prevención en lugar de la reacción.

Sabemos que las medidas preventivas de salud (comer sano, hacer ejercicio, dormir y disminuir el estrés) son beneficiosas, sin embargo, la mayoría de los problemas de salud solo se tratan después de que causan un problema. El mismo patrón se puede ver en varios problemas de la sociedad, incluido el comportamiento.

Las medidas preventivas se pueden utilizar para ayudar a cambiar el comportamiento. La ciencia del comportamiento (el estudio del comportamiento humano) ayuda a resaltar las variables que conducen a los comportamientos problemáticos y cómo cambiar las condiciones ambientales para prevenirlos. En otras palabras, lo que está causando el estrés en primer lugar, y cómo podemos abordar eso, y por lo tanto la raíz del problema.

Una de mis mayores críticas con algunos de los principales métodos de crianza de los hijos es un énfasis excesivo en las consecuencias y el castigo cuando se trata de comportamientos desafiantes, y un énfasis insuficiente en cómo prevenir esos comportamientos desafiantes en primer lugar.

Las estrategias de prevención para los padres pueden ser una herramienta poderosa para cambiar la dinámica familiar y darles una forma de evitar tener que depender de las consecuencias y la reactividad. Como padres, es fácil caer en viejas prácticas de crianza reactiva; Especialmente cuando estamos cansados ​​y estresados. Pero si elige usar estas técnicas preventivas y proactivas, toda su familia obtendrá los beneficios.

4 formas de crianza positiva

Aquí hay cuatro formas de prevenir problemas al tomar decisiones proactivas de crianza hoy:

1. Encuentra el bien y elogialo.

La ciencia del comportamiento se enfoca mucho en el refuerzo, cuando algo sucede después de un comportamiento, lo que aumenta ese comportamiento en el futuro.

Los niños quieren el elogio y la atención de sus padres, así que cuando vea que su hijo está haciendo algo bien, ¡felicítelo por ello! Atrápalos siendo buenos. Cuanto más reconozca y señale esas cosas buenas, más ocurrirán.

El elogio específico es aún mejor, por ejemplo, «Oye, me di cuenta de cómo compartiste tu nuevo juguete con tu hermana y esperaste pacientemente tu turno».

El refuerzo también puede ocurrir con recompensas o actividades tangibles. Por ejemplo, «Buen trabajo limpiando tu habitación; aquí tienes tu tiempo de permiso o pantalla». La clave para un refuerzo efectivo es entregar algo deseable inmediatamente después del comportamiento que desea ver más.

2. Aumentar la proporción de comentarios positivos frente a negativos.

Todos los humanos se desempeñan mejor en las relaciones y en el trabajo cuando obtienen más interacciones positivas que negativas.

La investigación muestra que la proporción ideal es 5: 1. Preste atención a cuál es su proporción y haga un objetivo para aumentar los aspectos positivos. Si se encuentra cumpliendo demandas y críticas con su hijo, cambie esa proporción aumentando los aspectos positivos.

Las interacciones positivas pueden ser verbales (encontrar el bien y elogiarlo) o no verbales (generosas con sus sonrisas, abrazos y afecto). Un desafío simple que me encanta dar a los padres es ver cuántas veces al día puede hacer que su hijo se ría.

3. Ofrezca opciones.

Existe una extensa investigación sobre el comportamiento que demuestra los beneficios de ofrecer opciones. Los estudios han demostrado que ofrecer opciones aumenta el comportamiento en la tarea y disminuye el comportamiento problemático, así como la tasa creciente de aprendizaje y retención.

Ofrecerle a su hijo opciones es una herramienta tan poderosa. Todo ser humano quiere tener control sobre su entorno y resistirá el control excesivo. Los niños quieren sentirse en control. Puede darles esa oportunidad de varias maneras durante el día. Por ejemplo:

  • «¿Quieres vestirte o lavarte los dientes primero?»
  • «¿Debemos comer tostadas o cereales para el desayuno?»
  • «¿Quieres usar la camisa azul o rosa hoy?»
  • «¿Quieres hacer tu tarea antes o después de la cena?»

Por supuesto, los niños no pueden tomar todas las decisiones por sí mismos; Los padres tienen que intervenir y tomar decisiones responsables.
Pero el simple hecho de permitirles tomar una decisión tendrá resultados positivos y disminuirá la posibilidad de una lucha de poder.

4. Preste atención indivisa regular.

Tómese al menos 15 minutos al día para dedicar toda su atención a su hijo. Puedes llamarlo ‘tiempo especial’ o ‘tiempo de mamá’ o como quieras. Durante este tiempo, estás completamente atento a ellos, no a la multitarea, a los teléfonos, solo acompáñalos, sigue sus intereses, obsérvalos, comenta sobre lo que están haciendo y no hagas demandas o críticas.

También puede aplicar esta idea en períodos de tiempo más cortos distribuidos a lo largo del día; por ejemplo, tome tres minutos de cada hora para detenerse y jugar o hablar con su hijo. Considérelo su medicina diaria (o por hora). Los niños desean la atención de sus padres y se involucrarán constantemente en comportamientos para obtener esa atención (comportamientos buenos o malos). Si están recibiendo toda su atención de forma gratuita (refuerzo no contingente), será menos probable que se involucren en comportamientos para llamar su atención de manera inapropiada.

Las medidas preventivas a veces son más difíciles de encontrar la motivación, pero a largo plazo valen la pena la inversión.

Si se encuentra en una posición de no saber cómo lidiar con el comportamiento de su hijo, no dude en pedir ayuda. A veces las técnicas de prevención no son suficientes, y necesitas un experto para que te ayude. Los especialistas en comportamiento están capacitados para comprender por qué ocurren los comportamientos y cómo trabajar dentro del entorno para mejorar el comportamiento y la calidad de vida.

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