El amor y la compasión son clave para ayudar a su hijo a superar los pensamientos ansiosos.
Le sucede a cada niño de una forma u otra: ansiedad. Como padres, nos gustaría proteger a nuestros hijos de los momentos de ansiedad de la vida, pero navegando ansiedad es una habilidad esencial para la vida que les servirá en los próximos años. En el calor del momento, pruebe estas frases simples para ayudar a sus hijos a identificar, aceptar y trabajar a través de sus sentimientos de ansiedad.
1. «¿Puedes dibujarlo?»
Dibujar, pintar o garabatear sobre una ansiedad proporciona a los niños una salida para sus sentimientos cuando no pueden usar sus palabras.
2. «Te amo. Estás a salvo».
Que te digan que serás mantenido a salvo por la persona que más amas es una afirmación poderosa. Recuerde, la ansiedad hace que sus hijos se sientan como si sus mentes y cuerpos estuvieran en peligro. Repetir que son seguros puede calmar el sistema nervioso.
3. «Vamos a fingir que estamos haciendo estallar un globo gigante. Respiraremos hondo y lo haremos estallar hasta la cuenta de cinco».
Si le dices a un niño que respire hondo en medio de un ataque de pánico, lo más probable es que escuches: «¡NO PUEDO!» En su lugar, conviértelo en un juego. Finge hacer estallar un globo, haciendo ruidos divertidos en el proceso. Tomar tres respiraciones profundas y soplarlas en realidad revertirá la respuesta al estrés en el cuerpo e incluso puede provocar algunas risas en el proceso.
4. «Diré algo y quiero que lo digas exactamente como yo: ‘Puedo hacer esto‘». Haga esto 10 veces a volumen variable.
Los corredores de maratón usan este truco todo el tiempo para superar «el muro».
5. «¿Por qué crees que es así?»
Esto es especialmente útil para los niños mayores que pueden articular mejor el «por qué» en lo que están sintiendo.
6. «¿Qué pasará después?»
Si sus hijos están ansiosos por un evento, ayúdelos a pensar en el evento e identificar lo que vendrá después de él. La ansiedad causa visión miope, lo que hace que la vida después del evento parezca desaparecer.
7. «Somos un equipo imparable».
La separación es un poderoso desencadenante de ansiedad para los niños pequeños. Asegúreles que trabajarán juntos, incluso si no pueden verlo.
8. Ten un grito de batalla: «¡Soy un guerrero!»; «¡Soy imparable!»; o «¡Mira el mundo, aquí voy!»
Hay una razón por la que las películas muestran a la gente gritando antes de ir a la batalla. El acto físico de gritar reemplaza el miedo con endorfinas. También puede ser divertido.
9. «Si cómo te sientes fuera un monstruo, ¿cómo se vería?»
Darle a la ansiedad una caracterización significa que tomas un sentimiento confuso y lo haces concreto y palpable. Una vez que los niños tienen un carácter de preocupación, pueden hablar con su preocupación.
10. «No puedo esperar hasta _____».
La emoción por un momento futuro es contagiosa.
11. «Pongamos tu preocupación en el estante mientras _____ (escucha tu canción favorita, corre alrededor de la cuadra, lee esta historia). Luego lo recogeremos de nuevo».
Aquellos que son propensos a la ansiedad a menudo sienten que tienen que llevar su ansiedad hasta que lo que sea que estén ansiosos haya terminado. Esto es especialmente difícil cuando sus hijos están ansiosos por algo que no pueden cambiar en el futuro. Dejarlo de lado para hacer algo divertido puede ayudar a poner sus preocupaciones en perspectiva.
12. «Este sentimiento pasará. Pongámonos cómodos hasta que lo haga».
El acto de sentirse cómodo calma la mente y el cuerpo. Incluso se ha demostrado que las mantas más pesadas reducen la ansiedad al aumentar los estímulos físicos leves.
13. «Aprendamos más al respecto».
Deje que sus hijos exploren sus miedos haciendo tantas preguntas como necesiten. Después de todo, el conocimiento es poder.
14. «Contemos _____».
Esta técnica de distracción no requiere preparación previa. Contar el número de personas que usan botas, el número de relojes, el número de niños o el número de sombreros en la habitación requiere observación y pensamiento, lo que resta ansiedad que su hijo está sintiendo.
15. «Necesito que me digas cuándo han pasado dos minutos».
El tiempo es una herramienta poderosa cuando los niños están ansiosos. Al observar un reloj o un reloj para el movimiento, un niño tiene un punto de enfoque que no es lo que está sucediendo.
16. «Cierra los ojos. Imagínate esto …»
La visualización es una técnica poderosa utilizada para aliviar el dolor y la ansiedad. Guíe a su hijo a través de la imaginación de un lugar seguro, cálido y feliz donde se sienta cómodo. Si están escuchando atentamente, los síntomas físicos de la ansiedad se disiparán.
17. «A veces también me asusto/pongo nervioso/ansioso. No es divertido».
La empatía gana en muchas, muchas situaciones. Incluso puede entablar una conversación con su hijo mayor sobre cómo superó la ansiedad.
18. «Saquemos nuestra lista de verificación de calma».
La ansiedad puede secuestrar el cerebro lógico; lleve una lista de verificación con las habilidades de afrontamiento que su hijo ha practicado. Cuando se presente la necesidad, opere fuera de esta lista de verificación.
19. «No estás solo en cómo te sientes».
Señalar a todas las personas que pueden compartir sus miedos y ansiedades ayuda a su hijo a comprender que superar la ansiedad es universal.
20. «Dime lo peor que podría pasar».
Una vez que haya imaginado el peor resultado posible de la preocupación, hable sobre la probabilidad de que ocurra la peor situación posible. A continuación, pregúntele a su hijo sobre el mejor resultado posible. Finalmente, pregúnteles sobre el resultado más probable. El objetivo de este ejercicio es ayudar a un niño a pensar con mayor precisión durante su experiencia ansiosa.
21. «Preocuparse es útil, a veces».
Esto parece completamente contrario a la intuición de decirle a un niño que ya está ansioso, pero señalar por qué la ansiedad es útil asegura a sus hijos que no hay algo mal con ellos.
22. «¿Qué dice tu burbuja de pensamiento?»
Si sus hijos leen cómics, están familiarizados con las burbujas de pensamiento y cómo mueven la historia. Al hablar de sus pensamientos como observadores externos, pueden obtener una perspectiva sobre ellos.
23. «Encontremos alguna evidencia».
Recopilar evidencia para apoyar o refutar las razones de ansiedad de su hijo ayuda a sus hijos a ver si sus preocupaciones se basan en hechos.
24. «Vamos a tener un debate».
A los niños mayores les encanta especialmente este ejercicio porque tienen permiso para debatir con sus padres. Tenga un debate de estilo de punto, contrapunto sobre las razones de su ansiedad. Puede aprender mucho sobre su razonamiento en el proceso.
25. «¿Cuál es la primera pieza de la que debemos preocuparnos?»
La ansiedad a menudo hace montañas de molehills. Una de las estrategias más importantes para superar la ansiedad es dividir la montaña en trozos manejables. Al hacer esto, nos damos cuenta de que toda la experiencia no está causando ansiedad, solo una o dos partes.
26. «Hagamos una lista de todas las personas que amas».
A Anais Nin se le atribuye la cita: «La ansiedad es el mayor asesino del amor». Si esa afirmación es cierta, entonces el amor también es el mayor asesino de la ansiedad. Al recordar a todas las personas que su hijo ama y por qué, el amor reemplazará la ansiedad.
27. «Recuerda cuándo…»
La competencia genera confianza. La confianza calma la ansiedad. Ayudar a sus hijos a recordar un momento en que superaron la ansiedad les da sentimientos de competencia y, por lo tanto, confianza en sus habilidades.
28. «Ya estoy orgulloso de ti».
Saber que está satisfecho con sus esfuerzos, independientemente del resultado, alivia la necesidad de hacer algo perfectamente, una fuente de estrés para muchos niños.
29. «Vamos a dar un paseo».
El ejercicio alivia la ansiedad hasta por varias horas, ya que quema el exceso de energía, afloja los músculos tensos y aumenta el estado de ánimo. Si sus hijos no pueden dar un paseo en este momento, pídales que corran en su lugar, reboten en una pelota de yoga, salten la cuerda o estiren.
30. «Veamos pasar tu pensamiento».
Pídales a sus hijos que finjan que el pensamiento ansioso es un tren que se ha detenido en la estación sobre su cabeza. En pocos minutos, como todos los trenes, el pensamiento pasará a su próximo destino.
31. «Estoy respirando hondo».
Modele una estrategia de calma y anime a su hijo a reflejarlo. Si sus hijos se lo permiten, sosténgalos en su pecho para que puedan sentir su respiración rítmica y regular la suya.
32. «¿Cómo puedo ayudar?»
Deje que sus hijos guíen la situación y le digan qué estrategia o herramienta calmante prefieren en esta situación.
33. «Este sentimiento pasará».
A menudo, los niños sentirán que su ansiedad es interminable. En lugar de apagar, evitar o aplastar la preocupación, recuérdeles que el alivio está en camino.
34. «Aprietemos esta bola de estrés juntos».
Cuando sus hijos dirigen su ansiedad a una bola de estrés, sienten alivio emocional. Compre una pelota, mantenga un puñado de plastilina cerca o haga su propia bola de estrés casera llenando un globo con harina o arroz.
35. «Veo que Willy está preocupado de nuevo. Enseñemos a Willy a no preocuparse».
Crea un personaje que represente la preocupación, como «Willy el preocupado». Dígale a su hijo que Willy está preocupado y que necesita enseñarle algunas habilidades de afrontamiento.
36. «Sé que esto es difícil».
Reconozca que la situación es difícil. Tu validación muestra a tus hijos que los respetas.
37. «Tengo a tu amigo del olfato aquí mismo».
Un compañero de olor, collar de fragancias o difusor puede calmar la ansiedad, especialmente cuando lo llenas con lavanda, salvia, manzanilla, sándalo o jazmín.
38. «Cuéntame sobre eso».
Sin interrumpir, escuche a sus hijos hablar sobre lo que les molesta. Hablarlo puede darles a sus hijos tiempo para procesar sus pensamientos y encontrar una solución que funcione para ellos.
39. «¡Eres tan valiente!»
Afirme la capacidad de sus hijos para manejar la situación y los capacita para que tengan éxito esta vez.
40. «¿Qué estrategia calmante quieres usar en este momento?»
Debido a que cada situación de ansiedad es diferente, dé a sus hijos la oportunidad de elegir la estrategia calmante que desean usar.
41. «Superaremos esto juntos».
Apoyar a sus hijos con su presencia y compromiso puede empoderarlos para perseverar hasta que la situación aterradora haya terminado.
42. «¿Qué más sabes sobre (cosa aterradora)?»
Cuando sus hijos se enfrenten a una ansiedad constante, investigue cuando estén tranquilos. Lee libros sobre lo aterrador y aprende tanto como sea posible al respecto. Cuando la ansiedad vuelva a surgir, pídales a sus hijos que recuerden lo que han aprendido. Este paso elimina el poder de lo aterrador y empodera a su hijo.
43. «Vamos a tu lugar feliz».
La visualización es una herramienta eficaz contra la ansiedad. Cuando sus hijos estén tranquilos, practique esta estrategia calmante hasta que puedan usarla con éxito durante los momentos de ansiedad.
44. «¿Qué necesitas de mí?»
Pídales a sus hijos que le digan lo que necesitan. Podría ser un abrazo, un espacio o una solución.
45. «Si le dieras un color a tu sentimiento, ¿cuál sería?»
Pedirle a otra persona que identifique lo que está sintiendo en medio de la ansiedad es casi imposible. Pero pedirle a sus hijos que den cómo se sienten con un color, les da la oportunidad de pensar en cómo se sienten en relación con algo simple. Haga un seguimiento preguntando por qué su sentimiento es de ese color.
46. «Déjame abrazarte».
Dale a tus hijos un abrazo frontal, un abrazo por detrás o déjalos sentarse en tu regazo. El contacto físico brinda una oportunidad para que su hijo se relaje y se sienta seguro.
47. «¿Recuerdas cuando llegaste a través de XYZ?»
Recordarle a su hijo un éxito pasado lo alentará a perseverar en esta situación.
48. «Ayúdame a mover este muro».
El trabajo duro, como empujar una pared, alivia la tensión y las emociones. Las bandas de resistencia también funcionan.
49. «Escribamos una nueva historia».
Sus hijos han escrito una historia en su mente sobre cómo va a resultar el futuro. Este futuro los hace sentir ansiosos. Acepte su historia y luego pídales que inventen algunas líneas argumentales más donde el final de la historia sea diferente.